Desde que empecé a dirigir equipos seniors he utilizado el video tras los partidos como herramienta para analizar a mi equipo, con el objetivo de corregir errores y reforzar las cosas bien hechas de cara a la siguiente semana. Ya en mi primer año como entrenador en el CB Castellar en 2017, empecé a colocar en cada entrenamiento una cámara fija para grabar todas las sesiones. Fue totalmente circunstancial, ya que estuve los cuatro primeros meses sin entrenador ayudante, al frente de un equipo cuyo objetivo era el ascenso. Sin los inputs de un entrenador asistente, sumado al volumen de trabajo de cada entrenamiento, perdía demasiados detalles. Imposible focalizar en el objetivo principal y estar al tanto de otros más secundarios, pero también importantes.

Al principio, tan solo pretendía repasar los entrenamientos y poder ver todas esas situaciones que se me podían escapar. Pero, haciendo ese trabajo de video, me di cuenta de que era realmente útil no solo de cara a corregir situaciones, sino también para ayudar a los jugadores a nivel individual entre entrenamientos. ¿Por qué esperar al partido para hacer un video de un jugador? ¿Por qué no visualizar esos detalles técnicos y tácticos, colectivos e individuales, entre entrenamientos?

Nos ayudó a entrenar cada día mejor y llegar al partido con una mayor seguridad. Por tanto, creo que debería ser extrapolable a todas las categorías de formación. Los clubes deben dar soporte a los entrenadores e introducirlos en el uso del video para los entrenamientos. Muchos entrenadores jóvenes ya lo hacen, grabando partes del entreno con el móvil –ellos mismos o sus ayudantes–, pero esto provoca la imposibilidad de dar esos inputs directos y en tiempo real que también son muy importantes. Si no tenemos un staff técnico suficientemente amplio que nos lo permita, pienso que el análisis del video de entrenamiento se debe hacer posteriormente, pudiendo mostrar a los jugadores, con antelación al siguiente entreno, esos detalles del juego o ejercicios a mejorar, pero sin olvidar el input en tiempo real del propio entrenamiento.

No siempre disponemos de los recursos humanos o el espacio para montar una cámara en cada entrenamiento, pero hoy en día hay herramientas que ya lo permiten y que están entrando con fuerza en nuestro deporte. Sin duda, una de las mejores inversiones que puede hacer un club es un sistema de grabación en el pabellón. Conozco la situación económica de los clubes, no soy ajeno a ella, pero sin duda, el coste-beneficio de un sistema de grabación, hace que dicha inversión sea 100% recomendable. En una época totalmente digitalizada, los clubes no deben ser ajenos a esta transformación digital, focalizándola en acelerar el aprendizaje de sus jugadores en todas sus categorías. Así lo ha visto el CB Ripollet, mi club actual, un club amateur de Copa Catalunya, seguro que en una situación muy similar a la de muchos otros clubes, pero que han tenido claro que modernizarse y proveerse de herramientas tecnológicas es el paso adecuado para seguir creciendo como club.